Carta de Sonia: Experiencia Sahaja Yoga @ Clase En Burlington 

10 de Abril de 2013

Todavía soy bastante nueva en Sahaja Yoga, ya que comencé a llegar a fines de enero, pero honestamente puedo decir que esto ha sido una experiencia que ya me cambió la vida.

Desde que seguí el camino que me condujo hasta aquí, he tenido muchas experiencias maravillosas, pero la que tuve anoche fue tan hermosa y poderosa.

Antes de llegar no me sentía bien, he estado sufriendo de un dolor horrible en el cuello y el hombro durante 5 días. Casi conduje directamente a casa desde el trabajo, pero me sentí obligada a ir a clase, ya que lo extraño tanto cuando no puedo asistir.

Al principio la meditación fue normal, comenzamos con el bandhan y luego hicimos nuestras afirmaciones. Cuando comenzamos a levantar la Kundalini con la mano, sentí la piel de gallina en todo el cuerpo. Lo había experimentado por primera vez la semana pasada, pero fue más intenso y lo sentí mucho más profundo, como si la piel de gallina estuviera en mi alma.

Comencé a notar que el espacio entre mis pensamientos se estaba ampliando, y pronto no hubo pensamientos que perdonar. En este momento me di cuenta de la voz de Ioana leyendo las palabras de Sri Mataji. Fue durante este tiempo que comencé a sentir una sensación de ligereza. La brisa fresca se volvió todo envolvente, como si me estuviera levantando. Entonces, de repente, hubo una oleada de energía, y sentí alegría como si no pudiera explicarlo, las lágrimas llenaron mis ojos y solo recuerdo sentirme presente. No hubo pensamientos; Las palabras de Sri Mataji estaban allí, aunque no estoy segura si estaba escuchando conscientemente. Fue solo después de que las palabras se detuvieron y comenzamos a salir de la meditación y me hice consciente de mi cuerpo, entonces me di cuenta de que no sentía el dolor agudo en el hombro ni el dolor en el cuello. Lentamente, el dolor en el hombro regresó, pero no ha sido tan intenso como antes de mi experiencia, y el dolor en mi cuello no ha regresado en absoluto un día completo después.

Después de esta experiencia, levantamos nuestras manos por encima de Sahasrara y sentí una brisa fresca y una presión sobre mi palma. Cuando sentí que el sentimiento de alegría volvía a mí, sentí la alegría de todas las personas presentes en el colectivo, y me sentí más en paz de lo que puedo recordar haber sentido en mi vida.

Un día después y todavía me siento maravillosa. Hoy no siento estrés, y he sido desafiada con las mismas cosas que me causan frustración y estrés en otros días, pero hoy todavía estoy en el presente y puedo decir “Soy mi propia maestra”. Cuando soy mi propia maestra, nadie ni nada tiene el poder de cambiar la forma en que elijo sentirme. Elijo sentir la alegría y el amor que experimenté anoche, y elijo tener eso en vivo conmigo por el resto de mi vida.

Gracias Sri Mataji por ayudarme a encontrar mi propia realización, estoy en el camino que he estado buscando toda mi vida y estoy emocionada de continuar el viaje.

Sonia